martes, 3 de mayo de 2005

En la ventana.-

"Sin ti estoy tan solo como un perro abandonado en una carretera. No sé qué regalarte, aunque no sé cuándo es tu cumpleaños. Pasaremos días perfectos juntos, cocinando y de compras. Nunca me reiré de ti si te chocas contra la cuneta mientras estacionas el auto. Si vives conmigo, limpiaré el inodoro cada semana. Lo haré con la lengua, si quieres. Eliminaré las palabras "tetona" y "cohetes de amor" de mi vocabulario. Te amaré. Aunque te llames Mimi y quieras que lo pronuncie "Memé". Me tiraré pedos sólo debajo de las sábanas y sólo en caso de emergencia. Bajaré el colesterol de mi dieta. No compraré un auto deportivo rojo durante mi crisis de edad madura. Tus padres pueden visitarnos cada semana, aunque tu mamá sea una vieja antipática, y no tendrán que ir a un asilo de ancianos... vivirán con nosotros.
Yo declaro... que separaré la ropa blanca de la de colores, que aprenderé los misterios de lavar con agua fría y caliente. Tendré paciencia mientras te estés maquillando. Si te gustan los gatos, nunca diré que un perro puede salvarte la vida, pero un gato no. Veré películas femeninas contigo, como "Orgullo y prejuicio." Probaré comida nueva como potaje de hierbas. No rechazaré vegetales cuyo mal sabor se disfraza con echarles queso. Juro siempre decirte que "sí" cuando me preguntes si tu cabello se ve bien. Seré un maestro del arte de acurrucarme contigo. Hasta leeré tu horóscopo todos los días. Guardaré cada postal de cumpleaños que me mandes. Te escribiré cartas cuando estemos separados. Nunca esperaré que sepas dónde dejé mis llaves, y no dejaré mis calcetines en el suelo. Conmigo, la pasta dental siempre estará tapada. Me pondré esa ropa interior de bikini si quieres. Mi ombligo siempre estará limpio. Quiero besar tu clítoris, será la experiencia más apasionada e íntima que hayas experimentado.
Yo declaro ahora que daría mi vida por ti, y, si no te me revelas, sé que parte de mi ser morirá."
El la estaba buscando y no sabía quien era.
Era una entre cien.
Todos somos uno entre cien,
buscando a ese alguien entre cien,
hablando a ventanas desconocidas
y escuchando discursos que algún día tal vez nos correspondan.-
¿Nos estamos hablando sin escucharnos?
¿Intamos escucharnos sin hablarnos?
Tal vez solo baste mirarnos.
¿Soy yo? ¿Sos vos?

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