jueves, 28 de diciembre de 2006

150 y qué?

"Forse fa male eppure mi va
di stare collegato
di vivere di un fiato
di stendermi sopra al burrone
di guardare giù
La vertigine non è
paura di cadere
ma voglia di volare"
Mi fido di te.- Lorenzo "Jovanotti" Cherubini.
Patric hacía días que me hablaba de Jovanotti (cantante italiano), y yo, al decir verdad, mucha atención no le prestaba. Hoy no hacía mucho calor así que tomamos sol sin bañarnos en la pileta. La radio no ofrecía nada interesante y sólo nos restaba hablar del clima. Decidí que lo más productivo era regar las plantas, a pesar de que a la noche había llovido, pero en Bahía Blanca la lluvia nunca es suficiente para las plantas. Patric se cansó de leer a Ornella Fallaci así que sacó su reproductor de mp3, se tiró en la reposera y no paró de tararear canciones que yo no conocía.
Una vez inundados todos los canteros y ya todo el pasto mojado, me senté a su lado y me dijo "Ascoltti, Jovanotti, un grande!" y bueno, no me quedaba otra que escuchar, al menos para enterarme el por qué de tanta devoción. La primera canción fue Mi fido di te. Una canción que a pesar de no entender la letra en un 100% fue muy recibida por mis oidos. Luego la escuché varias veces sola, al principio las palabras no tenían relación entre sí, hasta que traté de darles un sentido, y lo tuvo, y cada vez gustaba más... y "Mi fido di te" sonaba una y otra vez y las palabras cada vez sonaban más fuerte.
"Tal vez haga mal pero me va
estar relacionado
vivir de un respiro
extenderme sobre el abismo
mirar hacia abajo.
El vértigo no es
el miedo a caer
sino las ganas de volar"

lunes, 18 de diciembre de 2006

Puertas y ventanas

En pleno diciembre automáticamente miro meses atrás y contemplo un rato. A vuelo de pájaro me sale una sonrisa conformista del tipo "bueh' no pasó nada realmente malo". Pero miro un rato más, entrecerrando los ojos y la sonrisa tiene su sustento.
Las ventanas de amigos que estaban abiertas últimamente dejaban entrar olor a podrido, ahora están cerrándose de a poco. Las cierro yo y las cierran de afuera. A la vez se abrió una puerta que deja entrar aire puro y se puede observar un paisaje que dan ganas de que la puerta permnezca abierta un buen rato.
La ventana que late pensé que se había cerrado en el 2005, pero no, cada tanto está entreabierta y me asomo para sonreir un rato mientras olvido el aquí-ahora. Al lado de esta ventana se abrió otra. También late. Se abrió sin darme cuenta, de hecho la primera vez que la vi abierta intenté cerrarla, pero le di tan fuerte que rebotó. Y ahí está, abiertita nomás. Yo con total incertidumbre sobre el futuro de esa ventana, al principio incomodaba, pero aprendí a disfrutarla mientras esté abierta.
El camino académico es cada vez más pesado, cada vez más mediocre y yo con menos ganas de andarlo. Pero falta poco, al menos un cuatrimestre más para la estación Licenciatura.
Ahora miro la hora, es tarde, mañana rindo un final, me voy así luego miro el mar sin culpas.

sábado, 16 de diciembre de 2006

Ni siquiera el intento de un cuento.

Me gustaría sentarme y escribir una historia, un cuento. Un cuento que sirva de catarsis. Pero el personaje principal inevitablemente sería yo. Luego de escribirlo lo tildaría de egocéntrico, luego de publicarlo lo tildaría de muy expuesto. Habría intentado usar otros nombres, otro contexto, pero seguiría viéndolo egocéntrico y expuesto. Pero acaso no es eso lo que quiero? Si no podría escribir de Fulano y de Mengano, que se conocieron en Tailandia en una viaje de placer, se hicieron amigos y se fueron a vivir juntos y luego se pelearon por Sultana. Pero no, tampoco me sale, porque lo único que se me viene a la mente es Antonela y los demás, y Buenos Aires 2006. Y la noche que es de verano y no deja dormir, ni ánimos de sexo, ni de acercarse, sólo deja mostrar indiferencia cuando se acerca porque "no voy a estar cuando vos quieras, aunque por dentro me muero de ganas de estar con vos", porque "de alguna manera hay que levantar el autoestima", el autoestima a la fuerza hay que levantarlo, hoy decidí arreglarme un poco más de lo común, para mi. Lo habrá notado? es tan inexpresivo, pero no importa, porque lo hice para mi.
Y los puchos se acumulan en el cenicero. Navidad desde los 7 años empezó a ser una hipocresía, falta poco para el gran show de La famiglia unita, celebrar el cumpleaños de alguien que este año no tuvo mucha cabida en mis días. Mi propuesta de estar "los cuatro solos" a fines de noviembre a madre no le convence, sí el 26 de diciembre, y así todos los años. Yo sigo insistiendo. Cuando ambos mueran Papá Noel que vaya a visitarme a la playa, que traiga una copa, que vino tinto de la botella no quiero que tome.
Y sigo sin escribir el cuento, pero esto lo tildo de egocéntrico y expuesto, tal vez en una de esas, si voy a lo de un tipo y le pague por hablar de mi, logre sentarme y escribir sobre X , Y y zetas, en otros tiempos y en otros lugares. No sé, el año que viene seguramente, el verano será lo que los veranos pasados y los veranos futuros, la mente en blanco, de vez en cuando grises.
Querido Papá Noel: me regalás el don de escribir cuentos?
Querida Antonela: si no te sentás y empezás a intentar sólo te voy a regalar ropa y esas cosas que no sirven de mucho.
Ahora no tengo las suficientes ganas.

miércoles, 13 de diciembre de 2006

Esto no tiene título.

Hay mañanas (o mediodías) en que es inevitable aceptar que hay cosas que me preocupan más de lo que pensaba, o bien que ciertos auntos se pasean por la mente pero que la tele, algún libro, o el contacto con gente insulsa logra soslayar.
La primera etapa consiste en la aceptación de lo que al principio llamaría "problema", pero que luego de pensarlo un rato no lo denominaría así, sino "algo que está pasando, pasó o pasaría (no pasará, porque hasta ahora el futuro es totalmente incierto), que por alguna razón con los ojos abiertos lo escondo, pero con los ojos cerrados se filtra y me hace frente". Por más intento que haga no puedo pasar por alto un sueño. Generalmente determinan mi estado de ánimo durante algunas horas luego de levantarme. Y sí... hay días en que me levanto con una sonrisa, otros en que no puedo hacer otra cosa que llorar (es cuando elijo meterme en la ducha pra que las lágrimas se confundan con el agua), y otros en que siemplemente me sale decir "oia!".
Ahora bien, la segunda etapa es "hacer algo al respecto" ya sea con el llanto o con el oia, el problema es que me concentro y me concentro antes de dormir para encontrar la "solución", pero termino soñando con que ando en bicicleta con Tinelli en una ruta o cosas con el estilo. Me doy por vencida, entonces a la noche siguiente la concentración se dirige a volar en sueños, pero sigo andando en bicicleta. Los efectos de hacer algún esfuerzo por soñar X cosa, o no hacerlo, son los mismos.
La actividad onírica escapa de mi control. La incertidumbre a veces no es tan buena. Me gustaría saber cómo voy a recibir al plomero Coqui mañana a las 9.30, todavía no lo conozco. Su voz, celular por medio, parecía la de un hombre cuarentón, seguramente cuando se agache también se le vea la espalda y lo que le sigue abajo. Sólo sé que si las canillas dejan de gotear yo me voy a sentir un poco mejor.
Me fui a ver qué sueño.
Saludos.