Me siento un elefante que entra vendado a un bazaar y camina alegre por ahí sin romper nada, ni siquiera roza el asa de una taza de té. El problema es que siempre hay algo que hace caer las vendas. Me doy cuenta donde estoy y automáticamente intento forzar ese alegre caminar anterior. Como todo lo forzado mi caminar esta vez no sale tan bien y lo que estaba sano termina en ruinas.
jueves, 18 de agosto de 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario