viernes, 6 de junio de 2008

Hola, ¿fletes?

Era la una menos cuarto y no quería que pasara del mediodía. Los viernes el mediodía es luego de la clase de francés, que comienza a la una. Pensaba que iba a llevar más de 15 minutos. Fue a propósito que llamaba pensando que tenía poco tiempo, como una especie de autoboicot, y lo sabía. Pero llamé igual, antes del mediodía, porque lo había prometido, y si así lo hacía la promesa de alguna manera quedaba cumplida. Ahora bien, si no daba resultado, eso ya no era mi culpa.
Agarro el papel con planitos y anotaciones. Encuentro el número, marco, me atiende una señora, ya supe que no era una fletera, o la esposa del fletero. Por las dudas pregunto, ¿fletes?, no, me dice, claro. Corto. Me pregunto qué mierda anotó, si lo sacó de las páginas amarillas! Busco por las dudas en internet, lo encuentro, y me pregunto otra vez qué mierda anotó porque los números no tenían nada que ver. LLamo al nuevo número, ya era un hombre, había ruido de fondo, como de familia, un nene chiquito. "Hola, ¿fletes?" Sí, me dice. Pero no le creía. No tenía voz de fletero, pero bueno, me dice que es fletero y le creo, qué le iba a hacer. Le empiezo a dar demasiadas indicaciones, me daba la sensación que el tipo, supuesto fletero, no prestaba atención o no tomaba nota, nou fidbac. Le digo si quiere anotar las direcciones exactas, de onda, ya que no había preguntado, así sabe dónde tiene que ir, no? me dice que sí, y bla bla bla y quedamo' así. Terminó la comunicación. Y no habían pasado ni 5 minutos! No entendía, sigo sin entender, cómo pudo ser tan rápido. Hace días que no duermo bien. Muebles, colores, texturas, direcciones, horarios, fletes, luces. Y la conversación en la que yo iba a caer en la cuenta en que me mudaba no duró ni cinco minutos! Tanto desvelo al pedo. Y ya está, me mudo, nos mudamos. Adios a mi querido barrio de..., nunca supe cómo llamarlo, siembre dije vivo en tal Av y tal otra Av. Y este tipo era iba a cambiar eso. Yo le hablaba con tanta emoción y preocupación a la vez y él ni un "ajá"!!!
Me quedé mirando el teléfono un rato, Raphaëlle estaba por llegar, pero tardaba. Nunca la esperé con tantas ansias, quería que llegase para no pensar.
Finalmente llegó. Ella el domingo vuelve a Francia. Entendí que 15 cuadras no era tanto como cruzar el océano. Charlamos de la vida, de la camisita de Zara negra, de los viajes y del vino que tomaremos mañana por la noche.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lei el primer parrafo. Lo demas lo deje a mi imaginacion. No lo puedo contar porque tengo una mente muy morbosa. Mentira... no tengo ganas porque es muy tarde. Lo importante: llego el flete?

Sergio Muzzio dijo...

Bueno...¿ya se mudó? Ahora puede actualizar, ¿no?
Beso y mucha suerte!!!

Anónimo dijo...

nadie entiende nada, la revolución pasa por sus narices y ni un "ajá..."

q ganas de soltar la lengua y decir algo como:
"hdp! despertate! q el mundo está girando"

saludos