Domingo a la noche, me paseo por el departamento con una taza de té de menta en una mano y un cigarrillo en la otra. Escucho a Jack Johnson para darle un cierre tranquilo al fin de semana. Observo cada rincón del hogar para verificar qué es lo que hice y qué es lo que queda por hacer.
Plantas con tierra húmeda. No hay ropa para lavar. Platos lavados y guardados. Almuerzo y cena del lunes descongelándose. Ropa findesemanesca en el placard. Baño limpio. Peluzas en el tacho de basura. Pisos y muebles impecables. Mesa vacía. Cuerpo limpio, uñas pintadas, pelo peinado. Vestimenta cómoda y presentable para trabajo, ya pensada. Empieza a invadirme una especie temor.
Miro el futón: mochila vacía, libro de la facultad no leído y recuerdo que mañana es lunes, toca clases de Italiano. Tareas sin hacer de hace tres semanas.
Alivio, por un momento pensé que estaba dejando de ser yo.
Plantas con tierra húmeda. No hay ropa para lavar. Platos lavados y guardados. Almuerzo y cena del lunes descongelándose. Ropa findesemanesca en el placard. Baño limpio. Peluzas en el tacho de basura. Pisos y muebles impecables. Mesa vacía. Cuerpo limpio, uñas pintadas, pelo peinado. Vestimenta cómoda y presentable para trabajo, ya pensada. Empieza a invadirme una especie temor.
Miro el futón: mochila vacía, libro de la facultad no leído y recuerdo que mañana es lunes, toca clases de Italiano. Tareas sin hacer de hace tres semanas.
Alivio, por un momento pensé que estaba dejando de ser yo.
3 comentarios:
estoy por ahi, viviendo.
El desorden siempre nos persigue, nos acosa y al final, nos damos cuenta de que sólo es una sombra de nuestra propia personalidad. Además, si no fuéramos desordenados ... ¿qué íbamos a hacer los domingos por la noche sino ordenar?
anto, que bueno que no estudiaste nada de arquitectura o diseño: estos estudiantes tenemos la mala costumbre de estudiar (dibujar) los domingos, y por consiguiente, NUNCA se ordena, porque los domingos no existen.
saludos,
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